Uno de los errores más frecuentes al iniciar un negocio es llevar una mala gestión financiera. Algunos emprendedores tienen serias dificultades para organizar bien sus cuentas y separar las finanzas personales de las empresariales. Sin embargo, hacer esta distinción es clave para la salud financiera ya que, de lo contrario, podrían surgir confusiones que den lugar a gastos innecesarios, malas inversiones o errores en la declaración de impuestos que deriven en una sanción administrativa.
¿Qué encontrarás aquí?
¿Cómo separar exitosamente las finanzas personales de las finanzas empresariales?
En un mundo en constante cambio alcanzar el control completo de nuestra economía parece una quimera. Aunque conozcamos los beneficios de separar las finanzas personales de las empresariales, a menudo sucumbimos a la tentación de tomar dinero del negocio para hacer frente a los gastos del día a día lo que podría generar problemas de liquidez.
Sigue estos consejos de emprendimiento y aprende a diferenciar entre gastos personales y profesionales.
Cuentas bancarias separadas.
Abre una cuenta bancaria específica para tu negocio y utilízala para las transacciones comerciales y gastos relacionados con la empresa.
Utiliza un software de contabilidad.
Te ayudará a llevar un registro detallado de todas tus transacciones comerciales o personales.
Otra herramienta útil son las calculadoras de impuestos. Estas calculadoras están diseñadas para simplificar el cálculo del impuesto e identificar deducciones y créditos fiscales, lo que facilita la planificación financiera a largo plazo.
Asígnate un sueldo.
Establece un salario para ti mismo e inclúyelo en la estructura de costos fijos. Cóbralo a finales de mes y adminístralo como si trabajaras por cuenta ajena.
Lleva un control de los gastos personales y empresariales.
Esta es tal vez la parte más complicada. Anota todos tus gastos ya sean transacciones personales o de tu negocio e indica el monto y la frecuencia de pago. Este ejercicio te ayudará a llevar un control de tus gastos y optimizarlos en la medida de lo posible.
Sé organizado con la documentación.
Guarda todos los recibos, facturas y documentos relacionados con tu negocio. Esto facilitará la presentación de impuestos y te ayudará a evitar sanciones como consecuencia de un despiste. Recuerda que, si no eres una persona organizada o no tienes mucho tiempo libre, puedes contratar los servicios de una gestoría para tu tranquilidad.
Conclusión
¿Te cuesta administrar el dinero de tu negocio de forma ordenada? No eres el único empresario que trata de manejar esta situación. Separar la economía personal de la de la empresa puede ser desafiante en el momento de iniciar un emprendimiento. Sin embargo, vale la pena intentarlo por todas sus ventajas: mejorarás la rentabilidad del negocio, cerrarás mejores inversiones y protegerás tu patrimonio personal en caso de demandas o deudas.
Cuida tu salud financiera siguiendo estos simples consejos y consulta con profesionales para pedir asesoramiento en situaciones fiscales más complejas.