¿Cuáles son las metodologías de desarrollo de software más eficaces?

metodologías de desarrollo de software
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En los últimos años, la industria del desarrollo de software ha experimentado un crecimiento exponencial, generando un impacto significativo en el mundo empresarial. El auge del comercio electrónico y del teletrabajo son dos factores que explican la extraordinaria demanda de servicios relacionados con la programación.

Las soluciones tecnológicas actuales deben responder a la presión competitiva de los mercados y esto supone un gran desafío para los desarrolladores que se ven obligados a lanzar en un tiempo récord productos innovadores que respondan a las expectativas de los clientes y cumplan con unos estándares de calidad.

La adopción de metodologías y el uso de herramientas colaborativas puede acelerar el proceso de entrega de software y aumentar la capacidad de respuesta a las necesidades cambiantes del mercado. Empresas como Isvisoft con mucha experiencia en la creación de software corporativo y aplicaciones móviles, utilizan metodologías de desarrollo para crear productos excepcionales.

¿Qué son las metodologías de desarrollo de software?

Las metodologías son marcos de trabajo estructurados para que los equipos puedan trabajar juntos de manera más eficiente. De esta forma es posible llevar un control exhaustivo del proyecto en cada una de sus fases, reduciendo los márgenes de error y gestionando mejor el tiempo. También determinan la forma de compartir información y facilitan la comunicación con el cliente.

¿Qué tienen en cuenta las metodologías de desarrollo de software?

Estas metodologías buscan dar un enfoque estructurado y metódico al desarrollo de software y para conseguirlo, evalúan previamente aspectos como la dificultad del proyecto, el presupuesto, las habilidades del equipo y el lenguaje de programación a utilizar.

Metodologías tradicionales y metodologías ágiles.

Actualmente existen dos modelos en el desarrollo de software: las metodologías tradicionales y las metodologías ágiles.

Metodologías tradicionales

Las metodologías tradicionales (también llamadas modelos de proceso prescriptivo) siguen una estructura secuencial en etapas. Cada etapa debe completarse antes de pasar a la siguiente. Por lo general, se incluye el análisis de los requerimientos, diseño, implementación, pruebas y entrega.

Los requisitos se definen al inicio del proyecto y hay poca flexibilidad a la hora de realizar cambios.

Además, se intenta minimizar el riesgo de error con la elaboración de una documentación muy detallada para cada etapa.

Las metodologías tradicionales más destacadas son:

Cascada (waterfall)

Se llama así porque las fases se organizan de arriba hacia abajo cumpliendo un orden descendente. Esta linealidad facilita la comprensión, lo que hace que sea una metodología adecuada para desarrolladores junior.

Las especificaciones del producto y el timeline se determinan al comienzo, siguiendo una planificación muy detallada, acompañada de una documentación que sirve como guía. Las pruebas se realizan al final del desarrollo.

Por su estructura rígida la metodología en cascada no permite cambios durante el proceso.

Se utiliza sobre todo en proyectos grandes, pero con resultados predecibles.

Prototipado

Se crea un prototipo antes de llevar a cabo el desarrollo completo. El propósito es obtener retroalimentación de los usuarios para descubrir fallos técnicos o mejorar el software con nuevas funcionalidades. Es un modelo iterativo e incremental que se basa en el método de prueba y error.

Espiral

Fue diseñada por Barry Boehm en 1986 para abordar proyectos de software complejos.

Se divide en cuatro etapas: planificación, análisis de riesgos, desarrollo y evaluación.

Espiral es una metodología flexible que admite cambios en función de las necesidades que van surgiendo durante el desarrollo. Además, el cliente también puede participar activamente en el proceso.

Su mayor inconveniente es que requiere de una evaluación continua de los riesgos asociados al proyecto y esto puede encarecer los costos del desarrollo. No es una buena opción para proyectos de pequeña envergadura.

Incremental

El producto se construye de manera gradual a partir de pequeñas y sucesivas iteraciones. El software se puede empezar a utilizar antes de su desarrollo completo lo que permite obtener retroalimentación temprana del cliente y otros stakeholders.

Desarrollo Rápido de Aplicaciones (RAD)

Surgió en la década de los ’80 en respuesta a la necesidad de acelerar los tiempos de desarrollo.

RAD consiste en la construcción de un prototipo que se mejora en iteraciones posteriores. También se fomenta el uso de componentes y módulos ya existentes para acelerar el desarrollo.

Esta metodología necesita tiempos de entrega precisos para funcionar. Hablamos de ciclos de 2-4 semanas.

Metodologías ágiles

Las metodologías ágiles se caracterizan por su versatilidad y su capacidad de adaptación al cambio. Utilizan un enfoque incremental, dividiendo el proyecto en ciclos cortos y repetitivos.

Las más importantes son:

Kanban

Nació en Japón en la década de los ’40 y la empresa Toyota fue la primera en aplicarla.

Las tareas se dividen en porciones mínimas y se organizan en un tablero que es el elemento central de esta metodología. A cada tarea se le asigna un estado: en curso, pendiente, finalizada… Los miembros del equipo pueden mover su tarea a medida que van avanzando.

De esta forma se crea un flujo de trabajo muy visual que permite llevar mejor control sobre el estado del proyecto.

También se evita la sobrecarga de trabajo. Kanban establece límites en la cantidad de tareas que se pueden asumir. Esto quiere decir que no es posible empezar nuevas tareas hasta terminar la que ya está en curso.

Scrum

Posiblemente es la metodología de desarrollo de software más utilizada en la actualidad.

Se basa en un enfoque iterativo e incremental en el que los proyectos se dividen en tareas.

En Scrum el equipo de desarrollo se divide en equipos autónomos, cada uno de ellos encargado de una parte del software.

Un concepto recurrente es el de “sprint”. Los sprints son periodos de tiempo cortos (generalmente de 1-4 semanas) en las que el equipo trabaja en las tareas seleccionadas.

Este método consta de 5 fases:

  • Product backlog: se enumeran los requisitos del producto a desarrollar.
  • Sprint backlog: lista de tareas a realizar durante el sprint.
  • Desarrollo: se desarrolla el producto según las especificaciones.
  • Prueba: se realizan varias pruebas para asegurarse de que no hay fallos.
  • Implementación: se pone en marcha en el entorno real.

Scrum funciona gracias a una planificación exhaustiva de las fechas de entrega y la clasificación de las actividades según su importancia. Necesita un equipo de desarrolladores altamente capacitados y comprometidos.

Lean

Es una metodología diseñada para que los pequeños equipos de desarrollo puedan agilizar sus procesos.

Lean establece prioridades y en consecuencia elimina todos los procesos repetitivos y que no aportan valor al cliente. Para lograrlo utiliza un sistema “pull” en el que las nuevas funcionalidades y características se realizan en respuesta a la demanda del cliente para evitar la sobreproducción.

Además, como parte de su filosofía, Lean valora la participación activa de los empleados en la mejora de los procesos y toma de decisiones.

Extreme Programing (XP)

Fue desarrollada por Kent Beck, uno de los fundadores del Manifiesto Agile. Esta metodología compite con Scrum en el entorno TI aunque todavía no alcanza su popularidad. Se centra en la entrega de software funcional siguiendo un ciclo de desarrollo iterativo e incremental.

Una de sus ventajas principales es la flexibilidad. Las tareas se definen teniendo en cuenta las necesidades cambiantes del proyecto y los programadores deben trabajar en parejas para evitar que el desarrollo se quede atascado en algunas partes.

Es una metodología un tanto arriesgada ya que el trabajo en equipo y un buen clima laboral son esenciales para su buen funcionamiento y si estas condiciones no se cumplen, el proyecto podría fracasar.

DevOps

Integra las áreas de desarrollo, operaciones y seguridad. DevOps pone un fuerte énfasis en el monitoreo continuo de las aplicaciones en producción para detectar problemas rápidamente y recopilar datos valiosos para mejorar el funcionamiento del software.

¿Qué metodología elegir?

No existe una metodología ideal para el desarrollo de software, todas tienen sus pros y sus contras y la elección debería basarse en las características del proyecto, la experiencia del equipo o el presupuesto.

Si el tiempo es un factor crítico, una metodología ágil que permita entregas tempranas y frecuentes puede ser la más adecuada.

Ahinóam Rodríguez

Copywriter y redactora del blog Emprendecontuweb. Me especializo en la creación de contenidos optimizados para SEO en los blogs corporativos de mis clientes. Me apasiona la lectura y dedico parte de mi tiempo libre al cuidado de los animales

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