Cuando decidimos emprender un negocio, un error es habitual es no saber gestionar las finanzas personales ni el dinero generado por la empresa.
Lo más importante para llevar a cabo una buena gestión financiera es por tanto la disciplina y saber diferenciar el dinero de la empresa del dinero personal. A continuación, te daremos algunos consejos de utilidad para aprender a gestionar correctamente las ganancias de la empresa.
Asígnate un sueldo.
Es la forma más sencilla de controlar lo que gastas en tu negocio. Tu sueldo debe estar acorde con el puesto que desempeñas. Una buena forma de ser objetivo es preguntarte cuánto pagarías a otra persona por realizar esas mismas funciones en la empresa.
Ahorrar.
Durante la primera etapa de un negocio hay una gran incertidumbre sobre qué puede pasar. Es posible que aparezcan gastos imprevistos que se suman a los pagos habituales para mantener a flote el negocio. Por esta razón es importante ser previsores y ahorrar entre un 25% y un 30% de nuestros beneficios, al menos mientras no seamos capaces de generar ingresos estables.
Controlar los gastos.
Monitorear los gastos de la empresa es el primer hábito financiero que debemos seguir para ser emprendedores organizados y disciplinados.
Identifica todos los gastos por pequeños que sean, esto te ayudará a saber cuáles son los gastos reales sin llevarte ningún tipo de sorpresa.
Trabaja con presupuestos.
Una vez que sepas con exactitud los gastos que genera tu negocio, podrás establecer los precios de tus productos y elaborar presupuestos. Por regla general, un 50% va para gastos, un 20% para ahorro y un 30% para deseos.
Hacer frente a los imprevistos.
Por esta razón es tan importante ahorrar. Cuando menos te lo esperes pueden surgir imprevistos y si no tienes un colchón financiero, no podrás hacerles frente. Además, siempre tendremos preocupaciones como el tema de las vacaciones, el pago de impuestos o la jubilación.
Distinguir el riesgo de cada inversión.
Cuando se trata de la gestión financiera de un negocio debemos ser precavidos frente a aquellas acciones que involucran algún riesgo. Si no tienes experiencia en este terreno, te aconsejamos contratar los servicios de un asesor financiero.
Diseña un plan flexible para alcanzar tus metas.
Al iniciar un negocio es importante definir nuestros objetivos para cada etapa, pero también es importante estar dispuestos a cambiar de plan si las condiciones cambian.
Para algunos emprendedores resulta más sencillo llevar la gestión financiera de su negocio, mientras que otros no tienen tanta disciplina y organización. Empieza a aplicar estos consejos día a día y pon a salvo las finanzas de tu empresa.
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