En un mercado laboral tan saturado como el actual, el CV es una herramienta indispensable para causar buena impresión y convencer al empleador de que eres la persona ideal para el puesto que se solicita y de que vale la pena concertar una entrevista de trabajo contigo.
Según los expertos, el CV perfecto no existe… “Lo que sí es posible es crear un currículum vitae altamente efectivo y bien estructurado que maximice tus posibilidades de destacar entre los demás candidatos.” – explica Amanda Augustine, Career Expert & Spokesperson de CVapp.
Para lograrlo, lo más importante es seleccionar cuidadosamente la información, intentando que sea lo más concisa y específica posible. No olvides que el currículum es tu manera de presentarte ante la empresa en cuestión. No querrás que resulte anodino o tan impersonal que parezca copiado de Chat GPT. Aquí te traemos algunos truquitos para darle arte y frescura a tu CV, ¡no te los pierdas!
Elige el tipo de CV que necesitas.
Antes de preocuparte por el diseño u otra cuestión, lo primero que debes decidir es el tipo de CV que mejor te define. Existen tres tipos:
- Cronológico: destaca tu trayectoria profesional y progresión a lo largo del tiempo. Es útil para quienes ya tienen logros que quieren poner en valor. En este modelo la experiencia laboral va en la parte central del documento, justo después de la descripción u objetivos, indicando los cargos por orden cronológico inverso.
- Funcional: se centra en las habilidades y es el más indicado para personas con huecos en su historial laboral.
- Mixto: combina elementos de los dos formatos anteriores, es decir, la experiencia laboral con enfoque en los logros y habilidades demostrables.
Es evidente que un CV con experiencia captará rápidamente la atención del reclutador, pero si consigues construir una buena narrativa, esto será un buen punto a favor para generar confianza y simpatía. Sobre todo, no incluyas información que sea falsa o irrelevante para el puesto ¡terminarías cayendo en tu propia trampa!
Información relevante en un CV.
Hay algunos apartados que no debemos pasar por alto.
- Profesión: debe ser lo más específica posible y ajustarse al perfil solicitado, por ejemplo: “Especialista en Marketing Digital”, “Diseñador Gráfico”, “Analista financiero”, etc.
- Descripción personal: breve descripción de cómo eres y tus objetivos.
- Foto: no es imprescindible, pero sí recomendable sobre todo en trabajos de cara al público. Debe ser profesional y lo más actual posible.
- Información de contacto: aquí haremos constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono, página web o perfil de LinkedIn.
- Formación académica: coloca solamente los estudios superiores o cursos complementarios relacionados con el puesto. No menciones la educación secundaria (ESO, bachillerato) a menos que sea tu grado más alto de educación cursada.
- Experiencia profesional: cargos para las empresas para las que trabajaste, comenzando por el más reciente. No olvides incluir algún proyecto propio si lo tienes (libro, blog, etc.) ¡las empresas valoran a los emprendedores!
- Habilidades blandas: también llamadas “soft skills”. Son competencias transversales que no están ligadas a un área profesional en concreto, por ejemplo, la creatividad, la resilencia o el trabajo en equipo. Debemos incluirlas ya que son muy valoradas por los departamentos de RRHH hoy en día.
- Idiomas: indica tu nivel según el marco europeo (A1, A2, B1, B2, C1, C2).
Diferénciate del resto.
No es por ser presumido, pero si envías tu CV a un reclutador de personal querrás destacar entre la multitud de candidatos. Aquí tienes algunas recomendaciones para lograrlo.
- Personaliza tu CV: analiza los requisitos del puesto y crea un currículum a medida, resaltando tus fortalezas en esas áreas. Te llevará un tiempo, pero sin duda merece la pena ya que los CV personalizados tienen un 61% más de probabilidades de conseguir el puesto.
- Estructura bien el contenido: organiza la información en columnas para facilitar su lectura.
- Sé conciso: lo bueno si breve, dos veces bueno. Por lo general, los reclutadores de personal ojean cientos de currículums al día e invierten una media de 6-8 segundos en cada uno de ellos para el primer cribado. Lo ideal es que tu CV no tenga más de una página, pero si cuentas con mucha experiencia y crees que es relevante para el puesto, podrías extenderte hasta las dos páginas.
- Claridad, ante todo: elige un diseño limpio y una letra legible como Arial, Calibri, Tahoma o Verdana (10-12 puntos).
- Cuida los detalles: revísalo antes de su entrega para detectar posibles errores ortográficos o gramaticales. Este tipo de fallos suelen dar una impresión negativa.
- Utiliza palabras clave: haz un listado de palabras relacionadas con el puesto e inclúyelas en tu CV. No sólo te ganarás la confianza del reclutador, además es útil para pasar los filtros de selección automáticos.
- Selecciona un formato compatible: asegúrate de que tu CV está en un formato que se pueda abrir con programas estándar (por ejemplo, .pdf)
- Mantenlo actualizado: revisa periódicamente tu CV para incluir nuevos logros, estudios o bien para actualizar datos de contacto como el teléfono o el email que podrían haber cambiado.
- Recurre a las plantillas profesionales: diferénciate del resto con un CV más profesional, elegante y moderno. Cvapp es una de las mejores herramientas online para crear currículums profesionales. Puedes elegir entre cientos de plantillas predefinidas y personalizarlas para tu sector.
Espero que te hayan parecido útiles estos consejos y sean una ayuda para conseguir el empleo de tus sueños.