La Unión Europea alcanzó en julio una inflación interanual del 8,9%. Las cifras de Estados Unidos también son históricas, pues llegaron al 9,1% en el mes de junio, las más altas en 40 años
Pero España no es ninguna excepción. La guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas ha abocado a muchos países europeos a una espiral inflacionista.
El Banco Central Europeo (BCE) establece que una tasa de inflación saludable para la economía de los países debería estar en torno al 2%. Una tasa de inflación elevada perjudica tanto a los empresarios como a los ciudadanos que pierden poder adquisitivo.
¿Qué es exactamente la inflación?
La inflación es un proceso por el cual el valor de una moneda se devalúa. Al reducirse el poder adquisitivo, el precio de los bienes y servicios aumenta: podemos comprar menos cosas con el mismo dinero.
Todos hemos notado los efectos de la inflación. Según datos del INE del mes de junio, pagamos un 10,8% más en gasolina que en el mes de mayo, un 9,1% más por la electricidad y un 3,7% más por viajar en metro o en el tranvía.
¿Cuáles son las causas de la inflación en 2022?
El factor principal es la guerra de Ucrania que ha disparado el precio del crudo. Rusia es uno de los mayores productores de petróleo del mundo después de Estados Unidos y Arabia Saudí. Las restricciones sobre la economía rusa han provocado una tendencia alcista de los precios.
El precio de la electricidad también ha crecido exponencialmente, arrastrado por los altos precios del petróleo y del gas. La reducción del suministro de gas a la Unión Europea a través del gaseoducto Nord Stream 1 ha hecho que su precio alcance máximos históricos. España es uno de los países menos afectados por la subida ya que no depende exclusivamente del gas ruso.
Los precios de la energía tienen también un impacto en el coste de los alimentos y de las materias primas. Los precios de la comida suben, especialmente el del cereal tras la interrupción del suministro de Ucrania, uno de los mayores exportadores de trigo del mundo.
¿Cómo afecta la inflación a los autónomos y empresas?
Como comentamos al principio, la inflación perjudica a los ciudadanos y por extensión a los autónomos y empresas. Según comenta la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), seis de cada diez autónomos se vieron obligados a subir sus precios en el primer cuatrimestre de 2022.
Las empresas también redujeron su margen de beneficio por el incremento de los costes de producción y la adquisición de materias primas.
Según ATA la subida de más impacto en los negocios de los autónomos ha sido el costo de la energía (70% de los encuestados) seguido de las materias primas (42,3%) y de los carburantes (42%).
Además, la inflación también se ha notado en una mayor competitividad a la hora de captar nuevos clientes.
El control y la planificación financiera es ahora más exhaustiva según datos de la consultoría de Organización Estratégica Empresarial (CEDEC).
Redefinir la estrategia de precios.
El aumento de los costes conduce de manera natural a una subida de precios. Sin embargo, existe el problema de que el cliente habitual estará poco dispuesto a asumir la subida de precios. Por otra parte, será mucho más difícil captar nuevos clientes sin un precio atractivo.
En estos casos lo mejor es redefinir la estrategia de precios ofreciendo un valor añadido al producto o servicio que justifique la subida. Te recomiendo leer el artículo «¿Cómo subir los precios y aún así ganar mercado?» que publiqué hace tiempo.
Busca productos financieros que te protejan de la inflación.
Ante escenarios inflacionistas se recomienda buscar productos financieros y activos que sean estables y ofrezcan rentabilidades iguales o superiores a la inflación. Es importante analizar con detalles cuáles son los márgenes de beneficio de nuestro negocio para saber en qué grado afecta la inflación.
Riccardo Crescenci, economista de la London School of Economics piensa que la inflación continuará en 2023, pues sus causas no desaparecerán en un futuro cercano. Con la guerra de Ucrania sin perspectivas de terminar, la economía de los países europeos estudia medidas para combatir la inflación de los próximos meses o años.