¿Has oído hablar alguna vez del “método Pomodoro”? Esta técnica de gestión de tiempo fue desarrollada a finales de los 80 por un ingeniero informático llamado Franceso Cirillo. Consiste en dividir los tiempos de trabajo en intervalos fijos de 25 minutos de actividad seguidos de 5 minutos de descanso.
El nombre “pomodoro” viene de los temporizadores de cocina que se utilizaban en la época y tenían forma de tomate.
A día de hoy este método está considerado como uno de los mejores trucos para mejorar la productividad ya que elimina distracciones haciendo que la persona se concentre en la tarea a realizar.
Al dividir los trabajos en bloques de tiempo gestionables el método Pomodoro permite enfocarnos mejor en alcanzar una meta u objetivo. Por otra parte, las pausas sirven para evitar la fatiga mental y mantener la motivación alta.
¿Quiénes utilizan el método Pomodoro?
El método Pomodoro sigue siendo utilizado a día de hoy por estudiantes universitarios y profesionales de cualquier área: desarrolladores de software, empleados que realizan tareas administrativas e incluso escritores de novelas.
Es especialmente útil para abordar proyectos complejos, pero que son susceptibles de dividirse en diferentes subtareas más sencillas de ejecutar.
Tanto en el entorno laboral como en las tareas domésticas o cualquier actividad que produzca cierto nivel de estrés, el método Pomodoro funciona como una herramienta eficaz para dividir el trabajo y aumentar la productividad.
¿Cómo aplicar el método Pomodoro de manera sencilla?
- Consigue un temporizador (no hace falta que tenga forma de pomodoro, incluso puedes utilizar tu teléfono móvil).
- Configura 25 minutos y ponte en marcha con la tarea a realizar tratando de evitar distracciones.
- Una vez finalizado ese tiempo, haz una pausa corta de 5 minutos. Levántate, estira las piernas y bebe un poco de agua para mantenerte hidratado.
- Repita el proceso preparando otra sesión de 25 minutos.
- Una vez que hayas finalizado cuatro “pomodoros”, haz una pausa más larga de 30 minutos. Esto te permitirá desconectar y mantener la mente despejada para abordar las siguientes tareas.
Otros consejos útiles
Aunque el método Pomodoro es una de las herramientas de gestión de tiempo más sencillas de implementar, existen otras técnicas como el método “Eat that frog” creado por Brian Tracy que consiste en abordar primero las tareas más complicadas para mantener la motivación el resto del día, o el método “Matriz de urgencia” de Stephen Covey, autor del libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, que clasifica las tareas por su importancia dentro de un matriz de cuadrantes.
Además, los expertos recomiendan abordar solamente una tarea al mismo tiempo siempre que sea posible, poner el móvil en modo silencio y evitar distracciones.
La adaptación del lugar de trabajo tiene también tiene un impacto significativo en la productividad (más información aquí).
Asegúrate de que tu escritorio está limpio, ordenado y bien iluminado para promover un ambiente de trabajo cómodo y saludable.
Los materiales electrónicos de oficina como cables y conectores son elementos clave para mejorar la productividad ya que garantizan una conexión estable y sin interrupciones causadas por problemas de conectividad. Además, facilitan el trabajo colaborativo y el intercambio de archivos ayudando a las empresas a crear un entorno laboral más eficiente y productivo.
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