Las tecnologías avanzan a pasos agigantados. Por ello, las empresas deben mantenerse al día con las exigencias y los cambios que la acompañan. Entre ellos está la metodología Agile, una nueva forma de desarrollar proyectos que necesitan rapidez y flexibilidad. Es una filosofía que supone una forma distinta de trabajar y de organizarse.
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¿Qué es la metodología Agile?
Como su nombre indica, Agile es una de las mejores metodologías que permiten a las empresas o equipos de desarrollo adaptarse rápidamente a los cambios. Se ha convertido rápidamente en uno de los estándares de la industria tecnológica en el desarrollo de software.
La metodología Agile comenzó con los cuatro principios básicos que se recogen en el ‘Manifiesto Agile’ creado en 2001 por los CEOs de las principales empresas de ‘software’ en Utah.
- Valorar más a los individuos y sus interacciones frente a los procesos y herramientas: Agile valora más la colaboración entre individuos que el software o kit de desarrollo utilizado para los proyectos. Tiene sentido si se tiene en cuenta que el éxito del desarrollo del proyecto radica en la cooperación entre los desarrolladores de software y los gestores del equipo.
- El producto es más importante que la documentación: el objetivo de Agile es centrarse en el desarrollo del software en lugar de dedicar demasiado tiempo a documentarlo todo. Aunque la documentación forma parte de todo proyecto, en la metodología Agile no se le da demasiada importancia.
- Colaboración con el cliente por encima de la negociación del contrato: Agile también da más valor a la colaboración con los usuarios y clientes que a la negociación de las condiciones con ellos. Un contrato no aporta valor al producto. Es una formalidad que establece líneas divisorias entre responsabilidades, que fija los referentes para posibles disputas contractuales entre cliente y proveedor.
- Responder al cambio en lugar de seguir un plan: el cuarto y último principio básico es el más famoso de la metodología Agile. Según el Manifiesto Agile, los desarrolladores de software siempre deben adaptarse rápidamente a los cambios, de ahí el nombre «Agile». Claro que siempre se necesita un plan inicial, pero las cosas pueden cambiar rápidamente en función de muchos factores no controlados, como las opiniones de los clientes, la rotación de personal, los recursos, las limitaciones de tiempo, etc.
¿A qué cambios se refiere Agile?
Suelen ser cambios en el plan original de desarrollo del producto. Por ejemplo, la versión inicial de la aplicación puede tener muchos errores no detectados durante las pruebas. En lugar de tener que pasar al siguiente sprint de desarrollo, los desarrolladores pueden tener que parchear rápidamente los errores antes de lanzar una nueva actualización o versión. Estos problemas suelen ser más críticos, ya que siempre se trata de que los clientes estén satisfechos con el producto. Los usuarios de las aplicaciones o el software que proporcionaron comentarios también se alegrarán de saber que sus preocupaciones se están abordando. Esto puede conducir rápidamente a un efecto dominó de comentarios positivos que contribuirán al éxito general del producto.
Otros cambios pueden venir del propio cliente. Por ejemplo, un director de proyecto puede querer otra característica en la aplicación que no se había discutido previamente durante la planificación. Si el equipo cree que la función aportará una experiencia más positiva a los usuarios o si se considera realmente crítica para que la aplicación funcione, lo más probable es que los desarrolladores tengan que hacer un hueco.
Ventajas de la metodología Agile
Una vez explicada la metodología Agile, ¿cuáles son las ventajas de utilizarla?
‘Visual Management’ o gestión visual
La gestión visual es algo de lo que carecen la mayoría de los proyectos. Claro que hay una documentación sólida en papel, pero los desarrolladores de software tienden a olvidar los detalles. Los equipos ágiles hacen uso de la gestión visual mostrando eficazmente los datos y la información que necesitan para completar las tareas. Estas se documentan de forma que ofrezcan una visión general de lo que hay que hacer. A menudo se muestran físicamente con notas post-it o digitalmente a través de software que se utiliza especialmente para la metodología Agile. Suelen ser gratuitos, pero algunos tienen características premium que pueden facilitar la gestión de estos proyectos.
La gestión visual puede allanar el camino para una mejor visibilidad de los detalles que necesita el equipo, haciendo que este sea más eficaz, ya que no se pierde tiempo tratando de revisar la documentación para obtener las respuestas. Los cambios también se pueden trasladar rápidamente a las tareas en lugar de tener que recurrir de nuevo a la documentación.
La escalabilidad tampoco es un problema, ya que las tareas se pueden transferir a nuevas personas. También se pueden añadir más tareas en cualquier momento teniendo en cuenta que la carga de trabajo individual sigue siendo manejable.
Adaptabilidad
Como ya hemos comentado, uno de los motivos por los que Agile es popular es la adaptabilidad al cambio. Hay muchos cambios que pueden ocurrir en el transcurso del proyecto. Es posible que algunas tareas no se completen durante un sprint o que aparezca un error de forma inesperada. Los desarrolladores tendrán que adaptarse rápidamente para solucionar o completar cualquier tarea inconclusa.
Los comentarios de los clientes también pueden retrasar algunas tareas, especialmente si informan de un error crítico que necesita ser corregido. Cada desarrollador será rápido, pues sabrá en qué están trabajando los demás. Si uno de ellos necesita ayuda para ejecutar las tareas, los demás pueden intervenir rápidamente. Las características se pueden discutir rápidamente antes de implementarlas en las tareas.
Escalabilidad
Escalar tampoco es un problema, ya que se pueden subcontratar las tareas de desarrollo de aplicaciones móviles o contratar a algunas personas más sin interrumpir el flujo de desarrollo. Las tareas pueden reasignarse o crearse fácilmente para seguir alcanzando los objetivos y los indicadores clave de rendimiento del proyecto.
Previsibilidad para la gestión de proyectos
Los directores de proyecto siempre comprueban si el producto realmente vale la pena. Algunos proyectos tardan en lograr el retorno de la inversión y eso se tiene en cuenta durante la fase de cálculo de costes y planificación. La previsibilidad es importante en estos casos, ya que los gestores o directores de proyecto necesitan ver realmente si merece la pena continuar con el proyecto o no. Otros factores que pueden afectar a esto son la financiación, la retroalimentación, etc. Si los inversores o clientes ven que el proyecto no va bien, pueden tirar del carro y viceversa.
Agile permite a los directores de proyecto ver los costes reales del desarrollo y saber si están ganando o si están perdiendo dinero. En ocasiones se debe desacelerar el desarrollo para mantener el proyecto a flote. Agile puede dar rápidamente una visión general del valor del proyecto.
Algunos factores que pueden afectar a la previsibilidad y al coste del proyecto son:
- Duración del proyecto: ¿cuánto durará realmente el desarrollo del producto? Algunos pueden durar sólo unos meses, mientras que otros pueden alargarse fácilmente hasta un año o dos en función del alcance del proyecto. A veces se debe ampliar el desarrollo si el cliente o los jefes esperan más funciones o si los comentarios de los usuarios son realmente positivos.
- Coste: el coste también está relacionado con el plazo del proyecto. Algunos equipos pueden cobrar por hora, lo que significa que se puede multiplicar por el número de horas totales que van a trabajar en el proyecto.
- Retorno de la inversión: ¿cuál es el ROI previsto? ¿Generará más dinero el proyecto una vez que despegue? Dependiendo del modelo de negocio sobre el que se construya la aplicación o el software, el retorno de la inversión puede ser bastante rápido. Otros factores son la tasa de usuarios activos diarios y las ventas reales de las aplicaciones si son aplicaciones premium. El precio también forma parte de este factor. Hay que estudiarlo bien, ya que un producto demasiado caro puede hacer que tengamos menos clientes. El precio debe estar en función del valor real del producto.
- Costes adicionales: ¿existen costes adicionales? Aunque a veces no pueden predecirlo todo, los directores de proyecto deberían tener siempre planes de contingencia. Por ejemplo, es posible que se necesite un desarrollador adicional para terminar el proyecto y eso puede suponer un gran coste adicional. El tiempo y el esfuerzo necesarios para encontrar a una nueva persona también pueden ser costosos a largo plazo.
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