La serigrafía es un sistema de impresión milenario que permite transferir textos e imágenes a casi cualquier material utilizando una plantilla sobre la que se van aplicando sucesivas capas de tinta.
Aunque la serigrafía industrial tal como la conocemos hoy en día surgió a mediados del siglo XX, las primeras muestras conocidas se remontan a la Antigua China de la dinastía Song, que gobernó desde el año 960 d.C. hasta aproximadamente el año 1279 d.C. Los artesanos de la época se sirvieron de esta técnica para crear dibujos sobre la seda. De hecho, la palabra serigrafía viene del latín “sericum” (seda) y “graphium” (dibujo).
Ya en el siglo XVIII la serigrafía se introdujo en Europa a través del intercambio comercial y comenzó a utilizarse para la decoración de textiles.
Pero no fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando aparecieron las primeras máquinas industriales para serigrafiar, y este método se convirtió en una forma de impresión comercialmente viable. Tanto es así que artistas como Andy Warhol crearon con esta técnica algunas de las obras más emblemáticas de la cultura pop.
Además, las empresas también descubrieron en la serigrafía una poderosa herramienta de publicidad para promocionar sus productos y servicios.
¿Qué aporta la serigrafía a una campaña de publicidad?
La publicidad impresa es ideal para reforzar la imagen corporativa y transmitir los valores de una marca. Esto ocurre porque los contenidos visuales son más fáciles de memorizar y la serigrafía aprovecha esta cualidad al presentar mensajes publicitarios de manera impactante.
Además, las máquinas actuales permiten serigrafiar infinidad de productos publicitarios, desde paneles y pancartas a artículos de merchandising (tazas, bolígrafos, gorras) o material de oficina.
Las mejores imprentas utilizan tintas de calidad con solventes de alto brillo que reproducen fielmente los colores corporativos de la empresa. También pueden tener efectos metálicos o multicromáticos que atraen la atención de los espectadores en vallas publicitarias, stands o murales de gran formato.
¿Serigrafía, rotulación o impresión digital?
Son los tres formatos de publicidad impresa más utilizados por las empresas. ¿Sabes cuál es el más indicado en cada caso?
- La serigrafía industrial ofrece unos resultados más duraderos que otros tipos de impresión, pero sus costes iniciales son más elevados ya que es necesario crear pantallas especiales para cada color llamadas fotolitos.
- La impresión digital imprime directamente sobre el material sin necesidad de utilizar plantillas por lo que resulta más rentable en tiradas cortas, pero ofrece una calidad inferior a la serigrafía en algunos materiales.
- Por último, la rotulación consiste en aplicar un vinilo autoadhesivo sobre una superficie (por ejemplo, rotulación para vehículos o rótulos para tiendas). Es ideal para cubrir grandes áreas y para zonas de exterior ya que resiste muy bien el agua y los cambios de temperatura. Eso sí, requiere habilidades específicas de instalación y puede ser más costosa.
¿No sabes qué formato de impresión es el más adecuado para tu campaña publicitaria? Consulta a una empresa especializada en servicios de serigrafía, rotulación e impresión digital. Estos profesionales pueden asesorarte sobre el formato más adecuado para tu proyecto y mostrarte ejemplos de trabajos anteriores para ayudarte a decidir.
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