En un mundo cada vez más globalizado, las empresas se encuentran constantemente buscando nuevas oportunidades de crecimiento y expansión. Ya sea para captar inversores extranjeros o para iniciar operaciones en mercados internacionales, una de las principales barreras que encuentran es el idioma.
Toda la documentación corporativa, desde contratos y acuerdos comerciales hasta estatutos de la sociedad, puede estar redactada en un idioma diferente al del país de destino. ¿Cómo superar este desafío? Aquí es donde entra en juego la figura del traductor jurado.
¿Qué es un traductor jurado?
Los traductores jurados son profesionales acreditados por el Ministerio de Asuntos Exteriores que con su firma y sello garantizan la autenticidad de los documentos traducidos dándoles un carácter legal, para que sean reconocidos y aceptados tanto por los organismos oficiales del país de origen como del país de destino.
¿Cómo elegir a un buen traductor jurado?
Para hacer un buen trabajo el traductor jurado debe ser completamente bilingüe en los dos idiomas y poseer un buen dominio del léxico y de la gramática.
Buena parte de los documentos que traducirá estarán relacionados con el ámbito legal y corporativo, por eso es importante que tenga nociones sobre las leyes y regulaciones del país de destino y esté familiarizado con la terminología jurídica.
Por último, algunos documentos que maneja el traductor jurado suelen tener información sensible o confidencial, así que es importante asegurarse de la ética profesional y buscar referencias de otros clientes anteriores.
Una forman fiable de contratar este servicio es buscar una agencia especializada en traducciones juradas como Iuratum que trabaja con traductores e intérpretes en 26 idiomas, garantizando un servicio transparente tanto en los plazos de entrega como en los precios acordados.
¿Qué tipo de documentación corporativa puede traducir Iuratum?
En Iuratum pueden traducir todo tipo de documentos legales o fiscales para empresas en proceso de internacionalización.
- Documentos Fundacionales como los Estatutos Sociales de la empresa: establecen la normativa que rige el funcionamiento de la empresa. Es esencial que sean traducidos por un traductor jurado para garantizar que las disposiciones legales y contractuales se mantendrán intactas y sean reconocidas por las autoridades pertinentes del país de destino.
- Contratos de trabajo, de compraventa o de prestación de servicios: traducir un contrato correctamente puede evitar a la empresa muchos litigios y disputas legales. Estos acuerdos suelen tener cláusulas y condiciones específicas que deben ser entendidas claramente por todas las partes implicadas.
- Inscripción en el Registro Mercantil: es un requisito indispensable para que una empresa pueda participar en procesos de licitación y realizar transacciones comerciales en otros países. Sólo tendrá validez legal si cuenta con el sello y certificación de un traductor jurado.
- Acuerdos de confidencialidad: protegen la información sensible de la empresa. Una traducción precisa asegura que todas las disposiciones relacionadas con secretos comerciales (como fórmulas, procesos de fabricación, estrategias de marketing o planes de negocio) son entendidas por los socios y empleados extranjeros.
- Patentes: son documentos que protegen la propiedad intelectual de una empresa. Es muy importante que estén certificadas por un traductor jurado para garantizar su validez legal y salvaguardar estos activos intangibles.
- Acuerdos de la Junta de Accionistas: nombramientos de directivos, aprobación de cuentas anuales, acuerdos de fusión o escisión de la sociedad. Son documentos con implicaciones legales y financieras que deben ser traducidos siempre por traductores jurados para garantizar su autenticidad y validez en el país de destino.
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