No hay duda de que la pandemia golpeó duramente la economía de nuestro país y tanto hombres como mujeres sufrieron las consecuencias de la crisis sanitaria. Sin embargo, las mujeres trabajadoras con hijos entre 0 y 15 años fueron el colectivo más afectado por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) según apunta un informe de Esade realizado por las investigadoras Claudia Hupkau y Jenifer Ruiz-Valenzuela.
Otra de las consecuencias de la pandemia sobre la brecha de género, advierte este informe, es que la mayoría de las veces las mujeres asumieron más responsabilidad en las tareas domésticas y en el cuidado de los hijos, aún en el caso de que ambos progenitores estuvieran trabajando en el hogar durante la cuarentena.
Las mujeres españolas apuestan por el emprendimiento.
A pesar de estas circunstancias, las mujeres españolas apostaron por el emprendimiento. Tal y como apunta el GEM (Global Entrepreneurship Monitor) en Europa hay una media de seis mujeres emprendedoras por cada diez hombres, mientras que en España el porcentaje es de nueve mujeres emprendedoras por cada diez hombres.
Además, según otro estudio reciente elaborado por la EAE Business School, el 9,5% de las empresas lideradas por mujeres generaron cinco o más empleos.
La mayoría de las empresas creadas por mujeres son negocios B2C.
En sus ideas de negocio, las mujeres apuestan más por la creación de empresas B2C (business to consumer) orientadas hacia el consumidor final. Por este motivo, señalan los autores del estudio, muchos emprendimientos liderados por mujeres fracasan en sus primeros meses de creación: “los emprendimientos que se concentran en el consumidor final y que tienen por principio el vender un producto o servicio de manera masificada (B2C), requieren de mayor inversión en marketing ya que dependen de una base de clientes sólida, amplia y constante, situación que, por el contrario, no suele suceder en los negocios B2B” – explican.
La brecha de género está más arraigada en algunos sectores.
Todavía existen sectores donde la presencia de las mujeres es mucho más baja que la de los hombres. Por ejemplo, entre los profesionales TIC (Tecnologías de la información y la Comunicación) sólo el 12% son mujeres, menos de la mitad que en el resto de Europa donde este porcentaje llega al 30%. Además, las empresas tecnológicas lideradas por mujeres en España son menos de la mitad que aquellas lideradas por hombres.
En 2022 todavía tenemos por delante en nuestro país el gran reto de terminar con la brecha salarial y apoyar el emprendimiento femenino para alcanzar la igualdad de género.
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