A medida que las empresas crecen atraviesan por diferentes etapas y cada una de ellas requiere una forma diferente de liderazgo para impulsar el crecimiento empresarial. El coaching prepara a los líderes de negocios para alcanzar las habilidades que hacen triunfar un proyecto.
El liderazgo trae consigo un importante factor humano. Eres el responsable directo del trabajo de las personas que forman parte de tu equipo. Todo esto viene acompañado de una creciente presión del mercado y de la necesidad de tomar decisiones complejas que involucran a otros. Los coach pueden ayudar a los líderes en su desarrollo personal para ser más eficientes y afrontar nuevos retos.
Primeras etapas (pre-semilla a A)
En las primeras etapas, desde la etapa previa a la semilla hasta las primeras rondas A, el trabajo es práctico, impulsado por la intensidad y gira en torno a la toma de decisiones clave con los cofundadores y otros empleados en esta fase inicial. Los líderes son colaboradores individuales y el trabajo es tanto creativo como técnico. Esta etapa requiere moverse muy rápido, enfoque, priorización y prácticas de contratación eficientes. Todos los esfuerzos se centran en establecer el producto o servicio principal.
Los inicios nunca son fáciles: la empresa literalmente está naciendo y la mayoría de las decisiones tienen un gran impacto. Mantener las cosas enfocadas y moverse rápidamente es primordial. Un coach puede ayudar al emprendedor a enfocarse, priorizar y aprender sobre los inicios de su negocio. Además, ayudará al equipo a trabajar mediante el diseño de procesos de gestión tempranos, basados en la retroalimentación y el aprendizaje a medida que se toman decisiones críticas.
Etapas de crecimiento (B a C)
El crecimiento comienza desde la ronda A, pero alcanza su punto máximo en las rondas B o C que es donde se establecen los verdaderos cimientos de la empresa. Se forma un equipo de liderazgo, se dispone la contratación de recursos humanos estratégicos y se crean procesos para impulsar la organización y la escalabilidad del negocio. La cultura empresarial pasa a ser un elemento importante. En esta etapa, el CEO y otros ejecutivos comienzan a enfocarse en la organización tanto como en el producto, y comienza a formarse un verdadero equipo ejecutivo. Esto requiere un conjunto de habilidades diferentes, más humanas. Los líderes tienen que convertirse en constructores de procesos.
Estas son también las etapas en las que los líderes necesitan asesoramiento y entrenamiento intensivos para que puedan hacer con éxito la transición de líder de producto en etapa inicial a líder organizacional. Esto requiere un cambio de mentalidad y de rol para permitir que otros construyan y prosperen en lugar de hacerlo ellos mismos. Los líderes de la etapa de crecimiento también deben ser constructores de procesos. Ellos son los que construyen la infraestructura que no ha existido antes, y sientan las bases para la organización a escala. Para lograrlo necesitan trabajar competencias como la inteligencia emocional, visión, habilidades de comunicación y construcción narrativa. Además, deben tener una comprensión sutil de las dinámicas culturales y sociales y capacidad de motivar e inspirar.
El coaching es clave en el desarrollo de estas áreas. Un coach puede ayudar a un líder a cambiar de mentalidad y procesar los cambios fundamentales en esta etapa. Es necesario que el líder comprenda la conveniencia de dejar ir partes del negocio, construir cultura y los aspectos más simbólicos de su liderazgo.
Etapas tardías
En la etapa de crecimiento las habilidades centradas en el ser humano se vuelven aún más importantes. Para muchos las relaciones multifuncionales facilitan su eficacia. Sin embargo, esto puede parecer políticamente discordante, ya que están acostumbrados a tener un control vertical total y han experimentado una colaboración fluida con un equipo de liderazgo más pequeño. Es necesario tener más reuniones individuales con los compañeros y realinear los modelos mentales en torno al liderazgo horizontal.
Por último, en esta etapa de crecimiento, la empresa tiene una mayor responsabilidad con todas sus partes interesadas, incluida la comunidad y el planeta. Es fundamental que un líder tenga un punto de vista y acciones alineadas en torno a esa responsabilidad.
Los coach ayudan al líder a comprender las causas y efectos de su liderazgo apoyándolos para tomar decisiones increíblemente complejas que afectarán al éxito a largo plazo de la empresa.
Invertir en coaching en todos los niveles de liderazgo te proporcionará los mecanismos y habilidades imprescindibles para no perder de vista el factor humano a medida que crece el negocio.